domingo, marzo 30, 2008

Día 241, domingo

Siempre nos he considerado unos degenerados sexuales. Aún antes de conocerte intuía que las cosas contigo serían así. Una vez me dijiste, cuando yo aún era el niño que iba a echarse en tu cama para ver pelis, que era una lástima y un peso en tus espaldas parecer algo que no eras. Uno debería ser lo que parece, dijiste entonces. Pero el tiempo se ha encargado de darte la contra. Yo, en cambio, tengo razón al decir que somos unos desviados sexuales. Así que por eso te pido que no lo pienses más: pégame y decime Shirley.

lunes, marzo 24, 2008

Día 235, lunes

A ella le gustaban los chicos jóvenes porque creía que a ellos les podía decir cualquier cosa. Si a un chico de 25 le decía, por ejemplo, "vamos a dormir", era obvio que se estaba refiriendo a otra cosa. Y si a uno de 21 le decía "vamos a hacer siesta", lo más probable es que le estuviera invitando a eso y nada más. Pero conmigo ella se equivocó jodidamente.

martes, marzo 18, 2008

Día 229, martes

Imagino que salgo del taller de literatura y llamo a mi novia desde el teléfono público que hay en la esquina. Acabé con ellos, le digo. Los hice papilla. ¿En serio?, pregunta ella. Qué bueno, amor. Sí, le digo, cargando un pesado bate de baseball del que gotea sangre. Los hice papilla, repito, los hice papilla.

domingo, marzo 16, 2008

Dos gatas


Día 227, domingo

"Y vendrán autos nuevos y colchones blancos, y vendrán a buscarnos y a sacarnos a pasear".

miércoles, marzo 12, 2008

Día 223, miércoles

He decidido dejar el diario, cortarme el pelo y ésas cosas. Ya no me gusta tanto como antes. Se le ve muerto, sin vida. Ahora solo se me acumula en la espalda. Shila dice que tengo razón con respecto a lo de dejar el trabajo. Lo del pelo no se lo he contado todavía. Tengo miedo de cómo vaya a reaccionar. Hoy, por ejemplo, fui a su casa y me preguntó por mis lentes. No lo sé, le dije. Los debo haber dejado en mi cuarto, por suerte puedo ver perfectamente sin ellos. Pero entonces ella empezó con eso de: seguro los has dejado en casa de alguna chica, porque yo nunca te he visto sin tus lentes marrones puestos. Por eso tengo miedo de decirle que mañana me voy a cortar el pelo. No es que piense que ella va a imaginar que me lo he cortado en casa de alguna chica, sino que va a querer llevarme a algún sitio específico donde me harán un peinado con el que seguramente me veré muy idiota, o de lo contrario no iremos a ninguna peluquería y en lugar de eso terminaré con los brazos y los pies atados a cada extremo de la cama. Lo cual, pensándolo bien, no está nada mal. Si por ella fuera, yo solo usaría camisas a rayas y pantalones de cuero ajustados. Bueno, el caso es que quiero cortarme el pelo, porque ya me tiene harto, así como me tiene harto el trabajo. Ahora solo me voy a dedicar a estar metido en mi casa y ver a algunos amigos cada vez que pueda.

miércoles, marzo 05, 2008

Día 216, miércoles

Marzo es el nuevo febrero.

sábado, marzo 01, 2008

Día 212, sábado

No voy a hablar de la metatextualidad de Seinfield, ni siquiera de la imposibilidad de vivir en un mundo que se justifique a sí mismo. Hoy no voy a hablar de nada.